Después de la observación de una muestra representativa de eventos ocurridos, un juicioso análisis de lo anterior y un riguroso cálculo de probabilidad, he sacado las 3 formas* en las que muy posiblemente voy a morir.
1. Debajo de un vehículo automotor. El eterno estado de reflexión sobre cosas abstractas y sin importancia, que me elevan a mi sexto estadio del desarrollo, hacen que el transitar por la calle a pie sea uno de los mayores peligros para mi salud.
2. A causa de un paro cardíaco. Su causa es la misma del caso anterior a diferencia que el factor detonante no es el impacto violento de un carro, sino el espíritu jocoso de algunos conocidos que les da por anunciar su presencia ante mi de una manera inesperada y estrepitosa.
3. Víctima de un marranito de pólvora. Estos elementos que una vez encendidos salen volando sin rumbo conocido y a la velocidad del sonido, un día de estos le van a atinar a una parte importante y vital de mi funcionamiento orgánico.
*No se cuenta el factor suicida.
2 comentarios:
Debajo de un carro es muy posible, de un paro cardía co es probable, con un marranito de pólvora es casi imposible. Has descrito los niveles de locura y paranoia de nuestra sociedad. La que das por sentada es la primera y la esencial.
Ave María!
Uno y su manía de matarse. Te cuento mis fantasías de la última semana: hace unos días me vi aplastada (dos veces imaginé lo mismo) por un artefacto extraño de unos 25 kilos, lo imaginé sobre mi cabeza, genial. También me he visto atropellada, sí, mira, el vehículo frente a mí, yo caminando casual y el conductor (la conductora, en realidad es una mujer) acelera y ¡zas! También he imaginado que muero desangrada por un golpe en la cabeza originado por la pared. Y que muero de cáncer (tengo dos zonas particulares del cuerpo que se prestan para este tipo de pensamientos). Ah...
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