...Sus insultos eran de una perfección barroca que habría envidiado hasta el propio Joven Poeta, con quien, por aquel entonces, me dedicaba al estudio de la Teoría y Práctica del Insulto, a la Coprolexocografía y a la búsqueda de la Blasfemia Filosofal, con cuyo descubrimiento pensábamos terminar nuestra magna obra "La Blasfemia como una de las Bellas Artes".
Jesús López Pacheco
La Hoja de Parra
1 comentario:
jajaja... ¡Hasta para la blasfemia hay que tener maestría! Seguro*
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