viernes, julio 27

A una amiga de la cocina y otras cuestiones prácticas


Esta entrada es en honor a una herramienta que les ha facilitado la vida a muchas personas en el ámbito de la cocina, entre las cuales me incluyo. No sé qué sería de mí sin ella en esos momentos dónde el tiempo no me favorece y el hambre ataca (y no se puede recurrir siempre al Snicker). Ya sea porque llego tarde a preparar la comida y porque me quede divagando sobre cualquier banalidad, la olla a presión es la mejor alternativa para quienes no disponemos de mucho tiempo y existe la presión de que la comida ya tiene que estar si me quiero evitar un regaño.

Y es que se puede preparar de todo en esta maravilla: Carnes, verduras, granos, papas, tubérculos, arroz, paellas, etc., etc. La vaina es sencilla, si quiere que el platillo le salga de una (a excepción de la sopa), prepárele un guiso (o aderezo, hogao, salsa, especia o cualquier cosa que le de sabor), eche el alimento, agua (dependiendo del tiempo), tape la olla y espere poco tiempo para que le pueda echar muela a su preparación. Gracias a mi corta y reducida experiencia culinaria les puedo botar algunos datos de la manera de cocer alimentos en la pitadora:

-No le eche mucha agua a menos que sea absolutamente necesario, si no quiere un reguero mundial (se los digo por experiencia). Si va a preparar una sopa échele poquito líquido, y cuando hayan el tiempo necesario, baje la olla del fogón deje que le salga el aire, destápela y vuelva a ponerla en la estufa con la cantidad de agua a su gusto y deje que hierva unos 10 o 15 minutos.
-Cuando pite la olla bájele a la intensidad al fuego y desde ahí empiece a calcular el tiempo.
-Y hablando de tiempos (en minutos). Carne de res: 8-10; pollo en presas: 5; pescado: con una pitada; arvejas, habichuelas, coliflor, zanahoria, remolacha, acelga: 7; ahuyama: 15-18; pepino: 2; arroz: 25 (pero con poca agua); lenteja: 5; frijoles: 65; garbanzo: 95; arveja verde-seca: 15.
-No golpee o bote al suelo la tapa si no desea que el desempeño de la olla se vea deteriorado. De lo contrario tendrá que recurrir a ponerle trapos alrededor de la misma, sufrir cuando se cambia de caucho, ingeniárselas para que la tapa quede lo más ajustada posible o al reemplazo en el peor de los casos.
-No se le ocurra abrir la olla con aire adentro, si no quiere sufrir alguna quemadura. Si tiene afán ponga una cuchara en forma de palanca debajo del pito, y en pocos segundos podrá degustar de su alimento.
-Lave de cuando en vez el pito y los orificios por donde sale el vapor y el aire para evitar cualquier accidente en casa o cualquier señalamiento de terrorista a su persona (más información al respecto for Dummies por aquí).

Invito y convoco a los lectores a que utilicen más esta herramienta, de modo que el consumo de energía disminuye y contribuir en algo a la crisis energética del planeta. No es verdad que la comida queda menos sabrosa si se prepara en la olla a presión, pues al no estar expuesta al oxigeno y al cocinarse en menor tiempo se conserva más su sabor original. Así que a utilizarla y a cuidarla.

Si quieren saber más sobre esta olla, sus orígenes, funcionamiento, principios físicos, datos curiosos y demás denle en éste de la Wikipedia o en éste de alimentación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La cocina, simplemente, no es lo mío... y nunca lo será :-o

Excelente homenaje a la olla que no quería ser olla ;)