jueves, septiembre 7

Hoy me sentí la más miserable e ignorante de todo el Universo, juemadre!, no he hecho nada en esta vida.

A mis 18 años siento que la vida ha pasado frente a mi y yo sin hacerle ni cosquillas. Un muchacho (casi un niño) fue a la clase a echar la carreta de la vida, El Discurso. Cómo le hará para saber tanto, que cosa tan brutal para echar lora ese chico, además el bendito ya escribió un libro, sí, como leen, un LIBRO. Y yo... lo más grande para mi es escribir en este blog para todos ustedes, no es que desmerite esta labor tan ardua, pero es que escribir un libro donde se habla, se raja y se critíca de medio mundo es una vaina impresionante.

Mis respetos para el compañero (no sé como se llama porque llegamos tarde a clase con doña Atenea) y espero llegar un día a ser como él: Una Lumbrera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Naaaa...
Tenemos toda una vida (y mil más) por delanteeee..
Todavía tenemos mucho tiempo para leer libros, ver películas, escribir novelas :) y dar discursos... no cualquier discurso: El Discurso de Filosofía.