sábado, julio 31

Gota de sal II

Y en un acto de inmolación, va en caída vertical para darle libertad a lo que tenía oprimido por dentro, eso que niega, que no quiere descubrir.

¿Cómo lo enfrente cuando esté afuera? No se sabe, está allí, esperando su reacción.

1 comentario:

© L. Godiva dijo...

Sabes, a veces la entereza depende de eso. De saberse débil y fuerte en algunas de las circunstancias de nuestra vida. La entereza también es aprender a llorar con la frente en alto.

ÁNIMO!!!