lunes, noviembre 20

PRIORIDADES

Albert Einstein dijo en cierta ocasión: “Trata de convertirte en una persona valiosa, no en un ser exitoso”. Buen aforismo, sobre todo, cuando el éxito se identifica sólo con adquirir poder o riquezas. Lo cierto es que hay poderosos que no valen nada y seres humildes con un inmenso valor. La valía de un ser humano está en su sencillez más que en su grandeza; está en su amor, no en sus posesiones. ¿A costa de qué obtienen muchos el éxito? Tantas veces a costa de sí mismos y de los que dicen amar. Por eso me gusta un pasaje del Conde de Montecristo, cuando ya escapó de la prisión y se ha apoderado de un fantástico tesoro. Dumas lo describe como alguien rico en dinero y pobre en amor, en suma, como un poderoso y acaudalado infeliz. Se consume en el fuego de la venganza y, en cierto momento, su asistente le dice: “Me pides que te proteja de tus enemigos, pero veo que tengo que protegerte de ti mismo. Deja de odiar y poseer y dedícate a amar”.
Una lección que se afianza cuando uno se acerca a la gran actriz Jodie Foster. ¿Quién no admira el trabajo depurado y excelente en sus actuaciones? En una entrevista reciente dijo que sus éxitos se apoyaban en un firme compromiso y mucha entrega. No la querían contratar para filmes como El silencio de los inocentes, pero se impuso gracias a su confianza. Ella misma buscó al director y lo convenció, aunque él estaba pensando en otra. Entonces, con un papel magistral y alucinante, ganó el Oscar al igual que Anthony Hopkins. Jodie se crió sin padre y eso le marcó una infancia con dificultades.
Quizás por eso es capaz de representar con tanta maestría papeles exigentes como el de la buena película Nell.
Pero hay algo que conviene destacar en su vida y es la capacidad de tomar otro rumbo, aunque eso signifique renunciar a mayores ganancias económicas. Por eso afirma convencida: “Mis dos hijos cambiaron mis prioridades. Ahora el lema es menos trabajo y más tiempo con ellos”. A la pregunta ¿qué quiere que le diga Dios cuando llegue allá?, responde: “Tu camino era el camino”, cumpliste tu misión e hiciste lo que tenías que hacer. El ritmo frenético de la vida moderna aumenta el estrés y uno ve a muchos con una fatiga infinita. En buena medida se matan en vida y persiguen metas económicas a costa de su propia vida.
No es fácil fijar unas buenas prioridades y eso se refleja en las respuestas a una encuesta reciente sobre las metas de los colombianos para este año 2006: 58,1 por ciento mejorar ganancias personales, 11,4 por ciento comprar casa nueva, 10,5 por ciento independizarse laboralmente, 9,9 por ciento ponerse en forma, 6,3 por ciento hacer un postgrado y 3,8 por ciento hacer un viaje especial. Para nada se habla del amor, la paz interior o las relaciones. A propósito: ¿Cuáles son sus prioridades? ¿De verdad tiene de primero lo primero? Lo que cuenta no es ser exitosos, es llenar de amor nuestra vida y las de los demás.



Tomado de Portafolio
Autor: Gonzalo Gallo González
Edición número 2438
Viernes 28 de julio de 2006

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y que gracias, Anaid. Acabas de hacerme sentir bieeeeen miserable u_u

Estoy «primida» como diría Ché, porque Mauricio acaba de llamarme a decirme que hoy era la última clase de Escritura y... a que no adivinas... son las 10.23am y te estoy escribiendo (10.24 ya) desde mi casa... ¬_¬ Seeee... no fui a clase. No fui a mi ÚLTIMA clase de Escritura por quedarme haciendo lo de psm. Me quiero volver chango, caray. Y pa'colmo'e males, entro aquí y tú me das un golpe bajo con ese texto ¬_¬ En cosas sencillas como lo que me acaba de pasar se nota que tengo mal ubicadas mis prioridades: estaría menos primida si hubiera ido a Escritura (hacer lo que me gusta) en vez de quedarme creando bases de datos, tablas y formularios (haciendo lo que me toca).