Ya lo dice el viejo y conocido refrán: “Los martes ni te cases ni te embarques”. Últimamente para mí esto se extiende, además de casarse y embarcarse, a salir, caminar, correr, comer, pensar, esforzarse, leer, estudiar, reír, llorar, odiar, amar, y demás actividades cotidianas.
En resumidas cuentas, ¡ni lo intente Anaid! Deje así. Simplemente debería quedarme en mi cama, sin siquiera abrir los ojos, permanecer inconciente, omitir el martes de mi semana, del lunes pasar al miércoles, y ya!
Puedo ser una exagerada, pero definitivamente el martes como que no es mi día, así que nada esperaré de él, cualquier cosa buena que me traiga será ganancia.
PD: Ayer don Edgar nos gastó tinto, el único detalle bonito del día. Gracias Profe, sin sumercé me hubiera quedado foqueada en algún lugar de esta ciudad.
En resumidas cuentas, ¡ni lo intente Anaid! Deje así. Simplemente debería quedarme en mi cama, sin siquiera abrir los ojos, permanecer inconciente, omitir el martes de mi semana, del lunes pasar al miércoles, y ya!
Puedo ser una exagerada, pero definitivamente el martes como que no es mi día, así que nada esperaré de él, cualquier cosa buena que me traiga será ganancia.
PD: Ayer don Edgar nos gastó tinto, el único detalle bonito del día. Gracias Profe, sin sumercé me hubiera quedado foqueada en algún lugar de esta ciudad.
1 comentario:
¿Así de tenaz te fue en el parcial de Justicia? :-o
En mi calendario ya intenté eliminar los lunes...
y los martes,
y los miércoles,
y los jueves,
y los domingos.
¡Ja!
...y los viernes y los sábados en la mañana también. Sí señora. u_u
Y pilas porái se queda foquiada donde me le puedan hacer algo. En esta ciudad no se puede ni dormir ni englobarse pensando en los amores o en la eternidad del cangrejo. ¡A la próxima le dice a don Edgar que me la lleve hasta la casa temprano! Nada de quedarse con él hasta tarde... es que ya lo cogió de maña, no? Todos los martes es lo mismo, Anaid!! Pilas a ver.
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